Visigodos: las necrópolis y primeros poblados



Los visigodos en la Comunidad de Madrid

Uno de los principales restos visigodos de la Comunidad de Madrid se encuentra muy cerca de nuestras casas, en el Parque Lineal del Manzanares, que podría considerarse como la continuación de Madrid Río. En este parque lineal podemos encontrar los restos de una necrópolis visigoda que se asoció a la preexistente villa romana de la Torrecilla. También se encuentra una pequeña villa visigoda donde actualmente estaría situado el Palacio Real, sobre la que se construyó el antiguo alcázar.
 
Vista actual del Parque Lineal, con la ciudad de fondo
 
En la villa de la Torrecilla encontramos una necrópolis que refleja perfectamente la situación de la época. Formada por materiales pobres, ataúdes que fueran seguramente de madera (se han encontrado clavos) y una estructura que acabó por derrumbarse, denota la pobre situación de transición entre la Hispania Romana y la visigoda que tocó vivir a la población que no vivía en la capital, Toledo. Al final, este lugar sería ocupado por los musulmanes y establecido como una fortaleza.
 
No hace mucho tiempo también se hallaron restos de una peculiar necrópolis visigoda en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. Esta necrópolis podría datar de los siglos VI-VII, y actualmente podemos encontrar la construcción de una ermita sobre ella. Se han encontrado pequeñas piezas de cerámica, e incluso se ha asociado la construcción a la leyenda de un santo, San Babilés, lo que facilitó la construcción de una ermita sobre la supuesta tumba del santo entre los siglos XII-XIII. Este enterramiento se considera importante debido a que los visigodos se basaron en las técnicas romanas para dar sepultura al santo, originandouna estructura poco común.


Sin embargo, la mayor controversia se generó cuando la posibilidad de la existencia de una villa visigoda en la actual ciudad de Madrid. Esto se debe a que se encontró el esqueleto de un hombre de unos 25 años que tras realizarsele las pruebas se pudo asociar a la época visigoda. Tras varias posibles teorías, se concluyó que podría haberse tratado de un pastor que tras su muerte se vio enterrado de forma natural. Aún así, no se descarta la posibilidad de la existencia de una pequeña villa o un asentamiento militar, que se acabaría por consolidar en el siglo IX tras la llegada de los musulmanes. De hecho, los restos visigodos estarían cerca de la muralla musulmana del s. IX que se conserva aún en la ciudad.


Por último, pese a que no sean propios de la Comunidad de Madrid, en el museo arqueológico de la ciudad podemos encontrar muchos tesoros visigodos. Lo más destacado que podemos encontrar es el tesoro de Guarrazar, que es un conjunto de cruces y coronas, entre las que destaca la corona de Recesvinto, que sirvieron como ofrenda visigoda hacia los dioses. Como ya sabemos, los visigodos fueron grandes orfebres, por lo que esta es una visita obligada para aquellas personas a las que les guste este arte.

 

Corona de Recesvinto
 

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